4 Remedios caseros para la acidez estomacal
Los remedios caseros para la acidez, como el té de jengibre, el jugo de melón o la infusión de altea, pueden ayudar a aliviar los síntomas como sensación de ardor en el estómago, sabor desagradable en la boca, náuseas o eructos constantes, pues estos poseen sustancias con propiedades antiinflamatorias y antiácidas, las cuales ayudan a disminuir la inflamación y la acidez y a proteger la mucosa estomacal.
Aunque no sirvan para sustituir el tratamiento médico, los remedios caseros son una buena opción para ayudar a controlar las crisis de acidez, pudiendo ser empleados para complementar el tratamiento indicado por el médico.
1. Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio, cuando está diluido en agua, tiene un efecto alcalinizante en el tubo digestivo, neutralizando de forma rápida el ácido del estómago y aliviando temporalmente el malestar causado por la acidez, y puede utilizarse durante un máximo de 2 semanas.
Ingredientes:
½ cucharadita de bicarbonato de sodio;
100 ml de agua.
Modo de preparación:
Mezclar los ingredientes y tomar esta mezcla lentamente mediante pequeños sorbos.
El uso del bicarbonato de sodio no debe sobrepasar 3 cucharaditas al día, pudiendo utilizarse durante un período máximo de 2 semanas para el alivio rápido de la acidez, pues su uso excesivo puede causar un efecto rebote, es decir, que el estómago aumenta la producción de ácido por notar que la acidez disminuye, por lo que el malestar de esta afección puede empeorar.
2. Té de jengibre
El té de jengibre contiene gingerol, shogaol y zingerona, que son sustancias con propiedades antiinflamatorias y antieméticas, las cuales ayudan a aliviar la inflamación del esófago y a disminuir la acidez del estómago, reduciendo la sensación de acidez y ardor estomacal, por lo que es una buena opción como remedio casero para la acidez.
Ingredientes:
1 cm de raíz de jengibre cortada en rebanadas o rallada;
1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Llevar el agua a ebullición y añadir el jengibre. Dejar hervir de 5 a 10 minutos. Retirar el jengibre y beber el té de 3 a 4 dosis distribuidas a lo largo del día, 20 minutos antes de las comidas.
Otra opción para preparar el té es sustituir la raíz por una 1 cucharadita de jengibre en polvo.
Este té debe evitarse en personas con sangrado activo en el estómago, causado por úlceras, por ejemplo, o por personas que estén empleando medicamentos anticoagulantes, pues el jengibre posee propiedades anticoagulantes que pueden causar o aumentar el riesgo de sangrados y hemorragia.
3. Té de congorosa
El té de congorosa es una excelente opción de remedio casero para la acidez porque posee propiedades antiinflamatorias, antiulcerosas y digestivas que protegen la mucosa gástrica, disminuyen la producción de ácido en el estómago y mejoran la mala digestión.
Ingredientes:
1 cucharada de congorosa;
1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Hervir el agua y agregar la congorosa, dejando reposar de 5 a 10 minutos. Colar y tomar sin endulzar de 2 a 3 veces al día.
La congorosa no debe utilizarse por niños menores de 12 años de edad ni por mujeres embarazadas, pues puede causar aborto, ni en período de lactancia, puesto que disminuye la producción de leche materna. Asimismo, las personas alérgicas a esta planta no deben consumir este té.
4. Té de hinojo
El té de hinojo posee anetol, estragol y alcanfor en su composición, con acción antiespasmódica, antiinflamatoria, analgésica y digestiva, las cuales ayudan a aliviar la inflamación estomacal, disminuyendo la sensación de ardor en la garganta, y contribuyen al vaciamiento del estómago, siendo una excelente opción de remedio casero para disminuir las crisis de acidez.
Ingredientes:
1 cucharada de semillas de hinojo;
1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación:
Añadir las semillas de hinojo en la taza de agua hirviendo. Tapar y dejar entibiar de 10 a 15 minutos. Colar y beber a continuación de 2 a 3 tazas al día, 20 minutos antes de las comidas. Otra opción de preparación de este té es usar las bolsitas de té de hinojo.
El té de hinojo no debe consumirse por mujeres embarazadas ni en período de lactancia.